Fotógrafo gastronómico en Sevilla
Porque los platos también merecen su primer plano.
Ser fotógrafo gastronómico en Sevilla no es tarea fácil. No se trata solo de apretar un botón mientras un plato reposa pacientemente sobre una mesa bonita. No. Se trata de captar el suspiro del vapor, el brillo perfecto del aceite, ese instante en el que el queso fundido parece haber alcanzado el nirvana visual.
Aquí, en esta ciudad donde el arte y el tapeo conviven desde hace siglos, inmortalizar un plato es casi una cuestión de honor. Y sí, también de apetito.
Servicios
Fotografía para cartas y menús
Si el cliente aún duda entre el solomillo y el tartar, la culpa ya no será de las fotos.
Fotografía para redes sociales y campañas
Fotografías optimizadas para tus redes y campañas, para que tu comida hable por sí sola.
Fotografía de producto gastronómico
Si tu producto viene en tarro, botella, caja o bandeja, también merece su primer plano.
El fotografo
Detrás del objetivo
Soy fotógrafo gastronómico en Sevilla por vocación, pasión y, admitámoslo, por puro amor a la buena comida.
No soy chef, pero conozco el lenguaje secreto de los ingredientes cuando se colocan en el plato. Trabajo con restaurantes que cuidan cada detalle de sus cartas, con marcas que quieren que sus productos luzcan irresistibles y con chefs que entienden que una buena imagen puede abrir tanto el apetito como las reservas.
Imágenes que saben bien
La fotografía gastronómica en Sevilla es un arte delicado. Aquí no hay modelos que posen durante horas ni paisajes que esperen pacientemente el atardecer. Aquí hay espumas que colapsan, salsas que se deslizan, carnes que se enfrían y hojas de albahaca que deciden girarse justo cuando no deben.
Por eso, cada sesión es casi una coreografía improvisada, donde la técnica se mezcla con una pizca de humor británico y una tonelada de paciencia.
«La fotografía de alimentos es el arte de capturar el sabor antes de probarlo.»
— Matthew Kenney
Colaboremos
¿Tienes un proyecto culinario que merece su mejor versión visual? Cuéntamelo a través del formulario o por email. Un primer mensaje donde me expliques tu idea y, a partir de ahí, cocinamos juntos las imágenes que harán que tu público no pueda resistirse.





